No existe un solo modelo educativo ni fórmula perfecta para criar. Cada padre, madre o cuidador va respondiendo en la práctica a las demandas que requieren los menores y a los contextos en los que se encuentran, así como a los modelos aprendidos generación tras generación. Aun así, hay ciertos parámetros que resultan importantes de atender.
La irritabilidad o mal humor, el bajo rendimiento en el colegio o en las actividades de la rutina diaria, así como la poca concentración, son solo algunos de los indicios que hablan de un posible caso de estrés infantil, un mal con alta prevalencia en la actualidad, al igual que la ansiedad. Se hace la diferencia porque no son lo mismo y saber reconocer cada una de estas alteraciones del ánimo es el principio de la solución.
Siendo un tema muy actual cuando se trata de promover el desarrollo saludable en los niños, el trabajo en torno a estas habilidades no debe ignorarse, además, porque entre sus facultades está dirigir, controlar y regular en forma activa los pensamientos y la conducta. Cuando están presentes, repercuten en buen rendimiento escolar y relaciones interpersonales sanas. En definitiva, los especialistas las destacan como necesarias para regular pensamiento, emoción y acción.
El ser humano, desde que nace, es un ser social y está destinado a vivir en un mundo donde necesita relacionarse con otros. Ese ser social se va desarrollando como tal poco a poco y a través de la interacción en un proceso continuo de socialización. ¿Cuáles son los alcances de este tipo de aprendizaje? ¿Cómo manejarlo adecuadamente? Son preguntas cuyas respuestas sirven a padres y profesores por igual.
Hablar de hombres muy involucrados con la crianza de sus hijos no es raro en la actualidad, es toda una tendencia y deriva en beneficios para los niños y niñas. No obstante, la positiva irrupción de estos papás, no se trata de una realidad masiva, aún se requiere un cambio de paradigma social y ayuda de políticas públicas que fomenten la conducta.
Es muy importante informarse acerca de cómo se desarrolla normalmente el cerebro, desde la etapa prenatal y a través de toda la vida del ser humano. Mucho más si se tienen hijos, porque son las acciones cotidianas las que, en gran parte, influyen para que un niño logre alcanzar sus potencialidades cognitivas.
Cómo explicarle a los niños y niñas de forma simple y efectiva lo complejo de la actual situación de cuarentena, la crisis mundial que estamos viviendo a raíz de la propagación del Coronavirus, y cómo aprovecharla de manera educativa son algunas de las preocupaciones más recurrentes entre las familias.
El uso responsable de las TIC potencian los aprendizajes significativos y habilidades para la vida durante la edad temprana.
Cantar, tocar un instrumento, oír cuentos musicales o divertirse con juegos y disfrutar de la música. Todas estas son actividades de positiva influencia en el desarrollo infantil: la música es capaz de afectar positivamente la actividad cerebral y, a partir de esto, los patrones cognitivos.
Desde San José, Uruguay, el ilustrador de Chiche, mi ovejero, uno de los primeros títulos publicados por Viaje Literario, nos habla sobre la importancia de la recepción lectora para terminar una obra.