Cómo ayudar a que los niños aprendan mejor

Publicado el 1 de agosto de 2016

Durante el mes de julio, se publicó en distintos medios de comunicación un artículo en el que nuestra subdirectora editorial, Paulina Schwarze, explica que para aportar en el aprendizaje de los niños en la actualidad, el ideal es comenzar desde su nacimiento, pues desde ese momento ellos aprenden del mundo que les rodea en una constante asimilación del entorno.

En la medida que crecen se van perfilando las diferencias individuales en el aprendizaje; los niños no son iguales, incluso hermanos que van al mismo colegio y que han recibido el mismo tipo de educación, poseen aprendizajes diferentes. Por esa razón, lo primero es conocer al niño, saber cómo aprende y qué le gusta, y así determinar qué es lo más adecuado para él.

Al plantearnos la pregunta de cómo aprenden los niños de hoy, se nos viene inmediatamente a la mente algo que está cada vez más presente en nuestro entorno: la tecnología.

“Los niños de hoy están familiarizados con las tecnologías y aprenden a utilizarlas con mucha facilidad, de manera casi intuitiva. Incluso se cree que aprenden mucho más rápido a través de ellas, lo cual puede ser una ventaja como recurso educativo, sobre todo por la atracción que generan en los estudiantes. Sin embargo, resulta fundamental darles siempre un sentido pedagógico, es decir, que estén al servicio del aprendizaje y que no se conviertan en el único recurso” sostiene. La implementación de nuevas metodologías, para llegar a ser adecuada y exitosa, debe contemplar el proceso de enseñanza y el desarrollo del niño.” Es difícil hablar de una técnica que sea efectiva en todos los casos. Lo más importante es centrar la atención en las necesidades de los estudiantes, considerando el contexto específico de la realidad educativa de cada país, zona o de cada establecimiento educativo y su contexto”, sostiene Paulina Schwarze.

Y, agrega, “el propósito es preparar a los niños y niñas para desenvolverse en un mundo en que ya no es prioridad memorizar una gran cantidad de contenidos, porque la información está disponible y al alcance de la mano, sino más bien en saber qué hacer con la información y cómo organizarla, logrando la competencia de aprender a aprender”.

¿De qué manera los padres pueden apoyar los aprendizajes de los niños?

El acompañamiento de los padres en los quehaceres escolares de sus hijos resulta “muy fructífero siempre que se dé en contextos emocionales amorosos y entusiastas”. Además, será favorable sólo si está en sintonía con la metodología utilizada por el establecimiento educativo con el fin de evitar confusiones en los hijos.

Lo primero que se recomienda es indagar en el colegio respecto de cómo están aprendiendo, ya sea a través de entrevistas personales con el profesor o invitando a compañeros de sus hijos a realizar las tareas en su casa, para así observar la estrategias utilizadas para resolver sus actividades.

Luego,  apoyar profundizando lo aprendido con diversas actividades que se orienten más a lo lúdico o a lo cercano a los intereses de los niños, de manera que los aprendizajes sean significativos y duraderos.

“Los padres pueden utilizar diversas instancias familiares para motivar y reforzar los aprendizajes, las que no sólo fortalecerán el desempeño escolar, sino que también los lazos y la comunicación”, señala la docente. Ejemplo de ello, puede ser visitar museos o lugares históricos para contextualizar los contenidos, cocinar para comprender y aplicar aprendizajes matemáticos, caminatas para observar aspectos geográficos, flora y fauna, entre otros.

También, pueden hacer uso de la tecnología y mostrar a sus hijos cómo buscar información en internet, revisando fuentes confiables y ocupando este recurso de manera responsable y eficiente. “Creo que lo principal es la motivación que le dan los padres a sus hijos para que estudien”, finaliza la especialista.